Restauración de piezas antiguas
Trabajos de restauración (patrimonio)
Abarcando trabajos en diferentes metales, tanto férricos como no férricos. Trabajamos el hierro, el cobre, el bronce, el laton , la plata..
En cuanto a los trabajos de restauración suelen aparecer situaciones muy diversas y cada situación y cada pieza suele ser única, con lo cual al principio se suele estudiar los materiales y técnicas con las que fue elaborada la pieza. A partir de hay se valora el trabajo que tenemos que realizar y de qué manera hay que realizar la restauración.
En nuestras restauraciones solemos tratar de mantener en la medida de lo posible la originalidad de las obras, intentando mantener al máximo los componentes originales. En los casos de máxima degradación se suelen cambiar los componentes dañados tratando de utilizar los materiales y las medidas originales.
Es habitual encontrarnos piezas a restaurar que van unidas a las piedras mediante plomo: rejas, cruces, piedras de molino, fuentes, piedras de tiro de bueyes .. o bien son elementos arquitectónicos que sujetan las mismas piedras entre si, como son las grapas. En estos casos el desmontaje suele ser un trabajo tedioso y delicado, el cual conlleva su tiempo y su dedicación. En el desmontaje se prioriza el proteger las piedras, e intentar no modificarlas o dañarlas.
Normalmente se recupera el plomo de los cajeados originales, se purifica y después al final de la restauración, se utiliza el mismo plomo para emplomar y montar las piezas en los cajeados de las piedras.
En la restauración son infinidad las técnicas a las que tenemos que recurrir:
Se utilizan diferentes tipos de soldadura, y además de la forja se suele tener que remachar, torsionar, repujar en chapa, injertar, plegar, tornear, fresar, estirar, fundir… y dar los tratamientos térmicos específicos a cada material etc.
El cobre se ha utilizado para piezas decorativas y arquitectónicas, como puede verse mayormente en edificios eclesiásticos y también en piezas de uso doméstico.
El cobre al ser un metal no férrico tiene sus propias características, muy a tener en cuenta a la hora de trabajarlo. Por si sola demuestra una gran resistencia a la corrosión pero a la vez, cuando se combina con otros metales, es una de las mayores causantes de la degradación mediante el PAR GALVÁNICO.
Las aleaciones del cobre son el latón y el bronce. El primero mediante el cink y el segundo mediante el estaño.
Plata
La plata es un metal dúctil y muy agradecido, apreciado para joyeria y en usos eclesiásticos también. Suele usarse para la fabricación de copas, adornos, pendientes, collares etc.
No tiene una oxidación como los metales férricos, si en cambio presenta una patina negruzca con el paso del tiempo o con la exposición a ciertas sustancias.
Suele ir fundida con un porcentaje pequeño de cobre para aportarle un poco de dureza al metal.
Ejemplo: la “plata 925” a cada 925 gr. de plata se le suma 75 gr. de cobre, 1000gr. en total.
Aceros inoxidables
Realizamos bajo pedido trabajos en aceros inoxidable: veletas, puertas de jardín, carteles, letras y piezas pequeñas como cuchillos o puñales.
En la restauración son infinidad las técnicas a las que tenemos que recurrir:
Se utilizan diferentes tipos de soldadura, y además de la forja se suele tener que remachar, torsionar, repujar en chapa, injertar, plegar, tornear, fresar, estirar, fundir… y dar los tratamientos térmicos específicos a cada material etc.
Diferentes materiales:
Plomo
Cuando hablamos de emplomaduras estamos hablando de los puntos en los que los metales se unen a las piedras. Estas uniones desde antaño se ha hecho mediante el plomo. El plomo al ser dúctil y maleable pero a la vez resistente a la corrosión, es el material mas adecuado para sujetar los metales a las piedras. El plomo suele proteger las piedras de las dilataciones y contracciones, y también las vibraciones que soporta el metal ante diferentes factores climáticos. Pero a su vez protege el metal del agua con lo cual evita la oxidación del metal.
Actualmente los edificios antiguos de nuestros pueblos y ciudades suelen estar expuestos a vibraciones a causa de los vehículos, trambias etc. sin olvidar los vientos. Los metales suelen percibir estas vibraciones y las transportan por todo el conjunto sin que nosotros lo percibamos, pero estas vibraciones son retenidas por el plomo y a la larga esto evita el dañar las piedras y los metales. Los materiales actuales que normalmente son utilizados hoy en día para unir los metales a las fabricas, cuando soportan cualquier tipo de vibración o dilatación/contracción suelen ser victimas de microfisuras, en las cuales con el paso del tiempo entra el agua y el oxigeno y empieza a corroer el hierro creando oxido de hierro y degradando la unión hasta reventar las piedras a su alrededor. Es por esto que recomendamos sobre todo en edificios históricos que las uniones entre metales y piedras se realicen con plomo.
Las emplomaduras se realizan con plomo purificado, fundido, y retacado y adecuando la intervención a cada caso.
En Sualai también realizamos reparaciones en componentes de plomo en tejados, cornisas, limaoyas o limatesas mediante soldaduras y engatillados (juntas de dilatación).
En los trabajos de restauración nos encontramos con hierros forjados y fundidos de la manera tradicional.
Las piezas antiguas como rejas, cruces, veletas, armas… son para los restauradores como libros abiertos. Se suelen apreciar las uniones a la calda, las técnicas, la destreza y facilidad con la que se trabajaban antaño los metales de manera tradicional y con los recursos que había en la época.
En las piezas antiguas vemos la degradación que han soportado y la resistencia que han ejercido ante la climatología, los factores arquitectónicos o la contaminación por ejemplo. El efecto del “par galvanico” por contacto de diferentes metales en algunos casos también.
Es muy importante estudiar adecuadamente y detenidamente las piezas a restaurar.
De esta manera definiremos las técnicas y materiales más adecuados y menos hostiles para la actuación en la restauración de las mismas, acorde también a la naturaleza de las piezas .
Una intervención “moderna a la torera” puede acabar con piezas que han estado ejerciendo su función durante decenas de años, en algunos casos incluso siglos, aparte de destruir su valor etnográfico, cultural y artístico original.
Aceros al carbono
Para uso de aperos de labranza.
En la construcción (restauración) cuando tenemos que sustituir algunas piezas y el hierro no garantiza su respuesta adecuada tendemos a usar acero.
En cuchillería y piezas de corte en general.